Japón, (2004) , "Nobody Knows"
"La llave"


- Tuve que cerrar la puerta del pasillo. Han tomado parte del fondo.
Dejó caer el tejido y me miró con sus graves ojos cansados.
- ¿Estás seguro?
Asentí.
- Entonces -dijo recogiendo las agujas- tendremos que vivir en este lado de la casa.




Este texto es un extracto de un espléndido cuento de uno de los grandes de la literatura que tenemos en nuestra Latinoamérica, me refiero a Julio Cortázar- uno de mis favoritos- y su cuento “La Casa Tomada”.

En muchas ocasiones se ha hecho alusión bajo parámetros interpretativos que correspondería a una crítica al régimen peronista y la metáfora de la Argentina tomada por ese gobierno. Sin embargo, mi lectura dista mucho de un contexto histórico y pasa más bien por una interpretación psicológica de nuestra personalidad.

La casa tomada”, narra el cómo dos personas comunes y corrientes que tienen a su cuidado una casa la cual, desde que viven en ella, han velado por mantenerla en orden, cuidada y restaurarla. El punto crítico de la historia se da cuando uno de ellos oye un ruido extraño y corre a resguardo en la otra sección de la casa. Ahora, ambos se encuentran con inquilinos no deseados en su hogar, sin embargo, llegan a un acuerdo mútuo de mantenerse al margen de tales indeseados huéspedes.

Con el paso del tiempo más partes de la casa son “tomadas” por los intrusos. Nuestros protagonistas comienzan a relegarse cada vez más a sectores más y más reducidos hasta de finalmente, los intrusos acaban por tomarse la casa saliendo nuestros protagonistas de ella, tras tirar la llave para que no entre nadie más.

La figura del "intruso" no se deja clara. Jamás ven a alguien o se sienten intimidados físicamente, todo está sumido en una atmósfera psicológioca de persecución donde bien podría ser todo producto de la imaginación de los protagonistas. Sin emnargo, la casa la están "tomando" y prefieren ceder espacio antes de enfrentarlos.

Ahora bien, ¿por qué los protagonistas no enfrentaron a los intrusos y los sacaron de su hogar, siendo que jamás vieron a nadie?, ¿qué fue lo que hizo que abandonaran su única posesión?, dentro del cuento... jamás se sabe. Lo cierto es que con resignación cedieron espacio tras espacio a estos nuevos residentes, de los cuáles, jamás vieron y sólo por escuchar ruidos extraños comenzaron pasivamente a retirarse de su propia casa.

El cuento en sí mismo grafica en parte la ceguera del hombre. Cómo ante situación al parecer es mejor quitar la vista, mirar hacia otro lado, o simplemente apartarse del camino. ¿Acaso eso no es entregar la casa? ¿Acaso no es dejar que nuestros "inquilinos" –los internos y propios de cada uno- “tomen” lo más preciado que nos hace ser personas?

Dare mo Shiranai” es una de esas películas que ya cualquier director quisiera haber filmado. No necesariamente por los premios y reconocimientos que tuvo, sino porque en su realización existe mucho de lo que podría catalogarse puramente artístico. Privilegio del que hoy en día en el cine escacea.

Para empezar, su filmación duró casi un año. Desde el otoño del 2002 hasta prácticamente el verano del 2003, lo que en cualquier filmación no sería un obstáculo, sin embargo, este proyecto fue diferente. La historia sería protagonizada prácticamente por niños, lo que haría que el factor tiempo fuera clave. Los niños crecen, y con ellos sus personalidades y maneras de actuar y dejarse guiar en las filmaciones. Fuera de eso, y desequilibrando el proyecto, los niños no contarían con un guión preestablecido, sino sería el propio Hirokazu Kore-eda, su director, quien daría las instrucciones, pausas y entradas de los niños. No me cabe la menor duda de que si alguien rodara un proyecto así, y que posea una mediana noción de cine, se embarcaría en un proyecto muy complejo y probablemente un gran fracaso. En el caso de Kore-eda esto no ocurrió.

Gracias a su experiencia en documentales supo elaborar un plan de filmación de manera que los niños pudieran actuar de manera natural, siendo un poco “ellos mismos” dentro de los personajes. El resultado actoral fue espléndido.

Luego, todos los elementos estilísticos y un montaje increíble fueron los que a mi parecer hizo que se llevara los reconocimientos en numerosos festivales. Es que Kore-eda supo de manera magistral combinar elementos narrativos potentísimos, ligados al drama, con recursos estilísticos lo que le llevó a contar un drama totalmente descarnado y convertirlo en una poesía infantil.

Para entender un poco ese logro es necesario conocer un poco de la trama.
La historia originalmente proviene de una noticia que Hirokazu Kore-eda viera por allá por el año 1998 donde se narraba una experiencia terrible de abandono familiar. Ésto inspiró la idea del guión para “Nadie Sabe”, que es como se conoce la cinta en español.

Tal cual como en los hechos reales, el film cuenta la historia de una madre soltera y hijos, todos de padres diferentes. Keiko (You) y sus cuatro hijos, Akira (Yuya Yagira), Kyoko (Ayu Kitaura), Shigeru (Hiei Kimura) y la pequeña Yuki (Momoko Shimizu), acaban de mudarse a un pequeño apartamento de Tokio. Keiko decreta las reglas: está prohibido gritar y salir del piso, ni siquiera al balcón, de lo contrario el dueño de los apartamente les echaría si se enterase de que Keiko cuida sola de sus hijos. Ninguno va al colegio. Akira tiene doce años y cuida de sus hermanitos siempre que su madre se va para ir a trabajar. Es una familia afectuosa y unida que disfruta mucho de su vida familiar.

Un día Keiko deja algo de dinero y una nota a Akira diciendo que se ausentará por un tiempo y que cuide sus hermanos. Es en este punto donde se comienza a desarrollar una historia de abandono, drama y desesperanza.

Imposible es no acongojarse ante tal argumento, pero el suave toque de dulzura, escogido por Kore-eda, para darle perspectiva al film es lo que nos hace maravillarnos y a la vez emocionarnos. La mirada infantil, tierna e ingenua es la que cuenta este drama, lo cual con cada segundo de metraje nos deja con sentimientos encontrados, revisamos recuerdos e increpamos decisiones. Kore-eda deja la responsabilidad al mundo adulto de hacerse cargo en su visionado de la profundida del drama, es sí la película refleja cómo la mirada infantil puede endulzar la más grandes tragedias.

Lo bello es cómo a través de su forma fílmica la narración nos hace emocionarnos, y asumir los hechos como algo establecido, sin poder dar pie atrás, lo que realza rasgos propios del género dramático y que Kore-eda maneja a la perfección.

El director de “Maboroshi”, siempre sorprende por su sentido estético y profundidad de temas. Tal caso fue la poética “Wonderful Life” y en ésta, “Nadie Sabe”, logra sensibilizar y sorprender con la horriblemente hermosa contradicción del drama. Desgraciadamente, me faltará mucho por comentar; las actuaciones, lo sutil de los detalles de producción que potencian tanto la estética como el hilo narrativo de la historia; entre muchisimas cosas, pero la idea es no extenderse demasiado.



DATOS TÉCNICOS
Director:
Hirokazu Koreeda
Guión:
Hirokazu Koreeda
Actores:
Yûya Yagira / Akira Fukushima
Ayu Kitaura / Kyoko
Hiei Kimura / Shigeru
Momoko Shimizu / Yuki
Hanae Kan / Saki
You / Keiko, the mother
Kazuyoshi Kushida / Yoshinaga, The Landlord
Yukiko Okamoto / Eriko Yoshinaga

Finalmente su título metafórico –a mi gusto- es el broche de esta cinta.

“Nadie Sabe” originalmente lo pensó a raíz que consideraba inconcebible cómo nadie, de todos los implicados en los hechos reales que protagonizaron la noticia en la cual se inspiró esta historia, conociera los hechos y situación que vivían los niños. Todos callaron en un hermético: “Nadie Sabe”

Esa ceguera interna, ese mirar hacia otro lado, ese sentir que alguien está “tomando” la “casa” y sólo nos queda resignarnos. Esa herida que hace adormecernos en un letargo casi sin tiempo es lo que cuenta la historia… y esos niños son su precio.

Creo que debemos enfrentar a nuestros huéspedes indeseados, no echar llave a la puerta y relegarnos en nuestras habitaciones. El mundo se construye con los materiales en que profundamente creemos, y entre "creer" y "crear", no es casualidad que exista sólo una vocal de diferencia. No tiremos esa llave y cerremos la puerta.

Comments (6)

On agosto 21, 2008 3:19 p. m. , Nada dijo...

Interesante post! La película japonesa me llamó enormemente la atención, la buscaré. Personalmente el abandono de los padres es un tema que siempre me ha llegado, cuando niña vi una película en "tardes de cine" donde los padres abandonaban a sus hijos, de distintas edades, mientras echaban bencina, la historia me quedó grabada ya que mi papá acostumbraba dejarme esperando en el auto.

Saludos

 
On agosto 28, 2008 1:08 p. m. , Assuwa dijo...

Si es un tema para ti, seguro ésta será una película que recordarás.
Lo bueno es que es fácil conseguirla ya que por ejemplo en el blockbuster está disponible para su arriendo. Es una de las pocas asiáticas que han traido. Además, imagino que en otros lugares tambien está.

PD: Me pasé por tu blog y esta muy bueno ^__^

Saludos!

 
On septiembre 11, 2008 12:26 a. m. , Bacodo dijo...

Esa película es muy bella :)

 
On noviembre 10, 2008 6:24 a. m. , kikujiro dijo...

Maravillosa película, preiciosa y dolorosa como pocas.
Aconsejo ver también "El Demonio" de Yoshitaro Nomura, despues de nadie sabe.
Más vale sólo que mal acompañado.
SAludos!

 
On julio 08, 2009 1:41 p. m. , mge dijo...

Muy buena peli. ¡Interesante reseña!

Saludos.

 
On julio 08, 2009 3:37 p. m. , Assuwa dijo...

Gracias mge, no te pierdas.
Me he agregado tu blog a mi blogroll.
Saludos!