Taiwán, (2008), "Parking"
"Cuento insomne"
A.H: …conviene que le cuente una anécdota. Había una vez un guionista a quien se le ocurrían siempre las mejores ideas en plena noche y, cuando se despertaba por la mañana, no conseguía recordarlas; finalmente, se dijo: "Voy a colocar una hoja de papel y un lápiz al lado de la cama, y cuando se me ocurra una idea, la podré escribir". El individuo se acuesta y, naturalmente, a mitad de la noche se despierta con una idea formidable; la escribe rápidamente y se vuelve a dormir tan contento. A la mañana siguiente se despierta, y al principio se olvida que ha copiado la idea. Está afeitándose y se dice: "¡Ah, bueno! Se me ha ocurrido una idea formidable esta noche pero se me ha olvidado. ¡Ah, es terrible...! Pero si no recuerdo mal, la he escrito en un papel." Se dirige rápidamente a su dormitorio, coge el papel y lee: "Un chico se enamora de una chica."
T.F: (risas) Es divertido...muy bien…


El dueño de ese tan especial sentido del humor no es más que del gran Alfred Hitchcock, mientras le daba una entrevista a ni más ni menos que François Truffaut, otro maestro del cine de jerarquía mundial, a la altura de John Ford, Kurosawa, entre otros ya olvidados por la plástica estructura del cine de entretenimiento actual. Este increíble encuentro de próceres del celuloide efectuó debido a la publicación del libro “El cine según Hitchcock”, material imperdible e imprescindible en cualquier biblioteca que aborde temáticas de cine en general. No dejo pasar la oportunidad de recordar que el libro -al igual que otro tanto de informaciones y escritos-, está disponible en la zona Taxocinema del sitio, específicamente en la sección de libros y apuntes de cine para quien esté interesado.

Lo curioso de todo esto, es que me ha hecho reflexionar sobre la aparente idea de que el peso de una historia se ve graficada en su guión. Al parecer, uno tiende a olvidar que el mejor contador de historias no se basa en la idea narrada, sino en cómo se cuenta tal relato. Es en este punto donde el director cobra protagonismo, ya que finalmente es éste señor el que nos cuenta lo que vemos en pantalla. Ágilmente nos movemos a la sinopsis de “Parking” (Ting Che) para hablar, como siempre, de los detalles que me han parecido destacables o interesantes.

La película está compuesta básicamente por géneros de drama y algo de comedia negra, explorando temas de corte urbanos, con un desarrollo tal, que bien podría atribuirse una gran cuota de “road movie”, siendo la carretera una de las piezas narrativas importantes dentro del film.

Todo ocurre en una noche en la vida de Chen Mo(Chen Chang) quien vive en Taipei. El gatillante de las acciones esta vez es la imposibilidad de mover su vehículo ya que alguien se ha estacionado en doble fila. Esa noche tendrá que preparar una celebración para su madre, la cuál tiene planeado asistir junto a su esposa, es en este punto cuando el protagonista se ve envuelto en una serie de eventos, situación que desencadenará la aparición de un grupo de personajes que entablarán diversas relaciones con Chen Mo. La gama de personajes no deja de ser ecléctica. Desde un sastre hasta un jefe de las triadas, pasando por las historias de un peluquero hasta la de una familia en duelo, son las vidas que participan de una narración coral en la que Chen Mo es el hilo conductor.

La narración es de un ritmo pausado pero sin caer en la monotonía, se desarrolla en una atmósfera que propone un caos urbano "contenido", un clima muy propio de las narraciones nocturnas desde donde es posible presenciar un mundo limitado, tanto visual como espiritualmente. Las temáticas tales como la relación de pareja, amor filial, sentido de justicia y normas socio-morales siempre son propuestas desde una perspectiva cármica dentro del film. Así este aspecto es posible verlo, por ejemplo en secuencias como la de las golpizas propinadas dentro de la película, la preparación del pescado para la cena, entre otros detalles destacables, situaciones que muestran una relación causa-efecto directa en el desarrollo de las acciones. El mundo recreado, es posiblemente el que imponen las categorías morales propias de las culturas que poseen una fuerte carga religiosa, quizá por eso Mong-Hong Chungkin su director, ha propuesto una ambientación que evoca los años 70s de Taiwán, años marcados por cirscuntancias de índole político-religiosas.


En los ejes narrativos ayuda mucho el que la película ocurra virtualmente en una noche. Sólo sostenido con algunos flashback, dio la suficiente claridad en el relato para centrar el interés y potenciar la labor del protagónico, ya que precisamente éste es quien lleva los tiempos del film. Pese a que su actuación fue elogiada, personalmente me ha parecido muy destacable el trabajo de Lunmei Kwai haciendo de su esposa, en ella me detendré un momento.


Me ha parecido notable que tan sólo mediante una secuencia, específicamente cuando se encuentran en el despacho de Chen Mo, pueda transmitir toda una situación conyugal que seguramente arrastra desde hace años. Pese a los datos del guión, que nos entregan información valiosa cuando van a la consulta médica, estos son sólo antecedentes informativos que no necesariamente haría creíble todo el drama que existe detrás de la pareja. A mi parecer, ella es la responsable de transmitir ese nudo dramático en la historia y lo ha hecho de manera impecable. Por su parte, Chen Chang se tiende a diluir entre el peso de ser un eje narrativo de toda la trama y la labor de abrir relatos importantes con otros personajes que otorgen riqueza a la historia, es por esto que no lo destaco en este caso puntual.


El resto de personajes participan en un relato coral que entrega perspectivas diferentes sobre la vida urbana y los conflictos morales que habitan en ella. Debido a esto, todas las situaciones recreadas motivan siempre la participación del protagonista y no adquieren independencia de él, aunque es una apreciación sobre la construcción del guión y personajes, considero que estos rasgos no fueron algo positivo en el desarrollo del film.

Por otro lado, existe un aspecto en Mong-Hong Chungkin que, al menos para mi, ha quedado en deuda. Seguramente debido a ser un debutante, y aunque es posible reconocer muy talento en él, considero que no se despegó de ciertos vicios en la narración. Sin afán de hacer cátedra, trataré de ser lo más breve posible en la argumentación.

Truffaut decía que “quienquiera que cultive la fantasía en el arte está un poco loco. Su problema estriba en hacer interesante esa locura” siento que Chungkin desbocó un poco el ímpetu de generar cierta "locura", en definitiva de entregar una buena historia. A ratos sentí que la película me mostraba más al director que lo que realmente quería contarnos, y eso es algo que no debe ocurrir con el buen cine. Puntualmente, y de manera que no se entienda como un comentario gratuito, me pareció casi como una constante la narración en secuencia con una cantidad de planos mayor a las necesarias. Creo que con el afán de entregar una dimensión rupturista y propositiva, ha pecado de falta de claridad, algo que es perdonable en virtud de sus aciertos, pero no se puede dejar de hacer notar si se quieren mejores realizaciones cinematográficas en general.


Por otro lado existe un conflicto con los cortes de las tomas en los planos mostrados, y sobre todo en los movimientos de lente, que a mi parecer ha sido lo peor en la dirección. Creo que sólo 2 o 3 movimientos de lente fueron un acierto, en otras ocasiones no entregaron ni perspectiva ni claridad en el relato. Muchos de los recursos que quiebran la narración, pudieran ser considerados como rupturistas y evocativos, pero fuera de aspectos estéticos dañan en parte a la historia y se pierde credibilidad, algo que no se puede permitir en beneficio de sólo un contenido estético.

Pese los problemas en la economía del montaje -entre otras cosas-, me parece que el director ha tenido buenos aciertos, lo que refleja el nivel de las invitaciones que ha obtenido en los diversos festivales a los cuales ha asistido. Sí es propositivo en cuanto a encuadre y planos, aunque abusa en la reiteración de ideas mediante ellos pero tiende a crear una historia manteniendo una perspectiva a la altura del relato. Me ha gustado el color y puesta en escena, de alguna forma me agrada que tenga la claridad de saber qué mostrar en el encuadre, pero me desagrada que dude de ello y luego nos muestre otros planos para el mismo relato en la misma secuencia. En ese sentido la reiteración –si no se atribuyen elementos simbólicos o surrealistas- no son útiles ni beneficiosos para las escenas.

A esta altura muchos de los que lean todos estos defectos podrán pensar que la película es mala o que la dirección fue deficiente. La verdad es que esto no es así, sólo hago notar estos detalles que, aunque abordan características técnicas, me muestran a un director con mucho talento, quizá falto de experiencia, pero sin duda con mucho futuro. Me ha hecho recordar a Hong-jin Na, el director debutante en “The Chaser” –aunque en géneros diferentes- una gran película, pero adolece de cierta coherencia en el guión y montaje, aún así los dos son talentos que el cine de sus países no pueden desaprovechar.



DATOS TÉCNICOS
Director:
Mong-Hong Chung
Guión:
Mong-Hong Chung
Actores:
Chen Chang/ Chen Mo
Lunmei Kwai/ Wife
Leon Dai / Pimp
Chapman To/ Tailor
Jack Kao / Barber
Peggy Tseng / Hooker
Finalmente es bueno y sano recordar a Hitchcock cuando menciona el ejemplo del guionista insomne. Las buenas historias surgen sólo con un buen relato, y el director es quien tiene la responsabilidad de contarnos una historia de esa categoría, siendo esto, la clave en la diferencia de una buena y mala película. El género, la temática, la calidad técnica e incluso las actuaciones sólo están al servicio de ese relato, lo primordial es una buena historia.

No quiero despedirme sin antes recomendar el film, no sólo porque realmente me parece que Mong-Hong Chungkin es un talento con futuro, sino que sin tener la experiencia de, por ejemplo un Tsai Ming-liang, preserva la riqueza en la fragmentación de los espacios dentro del film, algo que se hace una característica valiosa al momento de presentar un buen relato. Por otro lado, si el film hubiese girado más hacia atributos de una “road movie”, aprovechando el viaje interno de los personajes como una pieza estructural en la narración, y se despegara de los guiños a la comedia negra, creo que el resultado hubiese sido mucho más definido.

Estaré pendiente de los próximos trabajos de este director.

Comments (4)

On abril 03, 2009 4:47 p. m. , Juniper Girl dijo...

Te me has adelantado. Está esta en mi lista de por ver.

^^

 
On abril 04, 2009 1:44 a. m. , La Ahjumma dijo...

Mira que le tengo ganas a esta peli, pero aun no han aparecido subs en castellano, asi que malament. :(

 
On abril 09, 2009 1:19 p. m. , Assuwa dijo...

xD si, pero en cuanto aparescan véanla. Me parece que Tsai Ming-liang tiene pasta de buen director.

Saludos!!

 
On mayo 10, 2011 11:25 a. m. , David Cotos dijo...

Interesante. Truffaut y Hitchcock compartian la fascinación por entender a los seres humanos.